Detrás de los productos que usamos cada día, hay una compleja red de plantas de producción, ubicadas en todo China. Estas plantas están equipadas con tecnología de última generación, con la capacidad de producir cantidades industriales de productos de alta calidad. Pero no se trata sólo de la tecnología, también hay un gran componente humano en el proceso de producción. Los empleados de estas plantas son expertos en su oficio, con años de experiencia y una dedicación inquebrantable a la calidad.